Hermanos argentinos secuestrados por Hamás se comunicaron con su familia

Los hermanos argentinos Ariel y David Cunio, que habían sido secuestrados por Hamas, finalmente pudieron hablar con su familia antes de su liberación. Este momento fue una mezcla de ansiedad y alegría, ya que la espera por esa videollamada había sido interminable para sus seres queridos.

El secuestro y la liberación

El 7 de octubre de 2023, Ariel y David fueron capturados en un ataque contra comunidades israelíes cerca de la frontera con Gaza. Su liberación se dio en el marco de un acuerdo facilitado por Estados Unidos, específicamente por Donald Trump, que también logró la entrega de otros rehenes bajo cautiverio en la zona. Esta situación ha conmovido no solo a su familia, sino a toda la comunidad argentina.

La emoción de Silvia, su madre

La madre de los hermanos, Silvia Cunio, apenas pudo contener sus emociones al recibir la primera llamada de sus hijos. “No dormí en toda la noche, estaba a la espera de este momento”, relató ella, destacando la felicidad de ver a Ariel y David, aunque fuera a través de una pantalla. El ruido de fondo no le importaba; lo que realmente le llenó de alivio fue poder confirmar que estaban bien.

Silvia compartió que, al inicio, no atendió la llamada porque no reconocía el número. Sin embargo, cuando finalmente contestó, se encontró con la imagen de sus hijos sonriendo. “Se ven perfectamente. Les dije que los adoro”, contó entre lágrimas, reflejando el intenso amor y la preocupación que había sentido durante su cautiverio.

La situación de los rehenes

Esa comunicación no estuvo limitada a los Cunio; en otros casos, también se permitió que otros rehenes contactaran a sus familias. Esto generó un rayo de esperanza en un contexto tan complejo como el conflicto en la región. David, que había sido secuestrado con su esposa Sharon y sus gemelas de tres años, fue liberado en una de las primeras treguas en noviembre de 2023. Por su parte, Ariel fue capturado junto a su novia Arbel Yehud, quien logró volver a casa en febrero de este año.

Ambos hermanos fueron capturados en el kibutz Nir Oz, un lugar severamente afectado por las hostilidades. La angustia y la incertidumbre que vivieron sus familias, junto a la comunidad argentina, se entrelazan con la historia de su liberación, un episodio que resuena fuertemente en el corazón de todos.

La felicidad por su regreso es innegable, y la conexión familiar que lograron a través de esa breve videollamada es un recordatorio de lo que realmente importa en momentos de crisis: los lazos que nos unen.

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